El síndrome de estrés postvacacional es un concepto que se utiliza para describir un conjunto de respuestas físicas y mentales que se presentan como parte del proceso adaptativo a una nueva rutina, después de las vacaciones.
Si bien un gran porcentaje de personas regresa de las vacaciones con mucha energía y motivación para trabajar. La readaptación nos enfrenta a muchos cambios en nuestro estilo de vida cotidiana: horarios, horas de sueño, traslados, aumento de obligaciones, ausencia de periodos de ocio, etc.
A veces pasamos por alto el malestar que esto nos genera y continuamos exigiéndonos en este proceso adaptativo. Sin embargo, podemos seguir una serie de pautas para prevenir que éste aparezca:
- Programar el regreso de manera anticipada: muchas personas viajan en sus vacaciones y optan por volver un día antes o el mismo día de reincorporarse a la nueva rutina. Se recomienda retornar por lo menos dos días antes para organizarse física y mentalmente.
- Retomar las actividades de manera progresiva: dar inicio al retorno de modo brusco puede ser muy abrumador. Es importante darse el tiempo de conectar nuevamente, incluso se recomienda compartir experiencias de las vacaciones con los compañeros.
- Incluir en la nueva rutina hábitos saludables: la alimentación balanceada, la hidratación constante, las horas de sueño, la actividad física y la reducción de consumo de alcohol y cafeína, pueden influir directamente en regular los niveles de estrés generados.
Lo más importante es ser tolerante con nosotros mismos y entender que es un proceso que toma un tiempo determinado y que será pasajero.